ESPERANZA
Es verdad que muchas veces acudimos a la esperanza como último recurso, es como si fuera un halo de luz en medio de la oscuridad. ¿Pero realmente que es la esperanza? ¿Un sueño? ¿Una falacia? ¿Una idea en nuestro inconciente que tal vez nos haga pensar que vendrá algo mejor? Tal vez sea algo de todo esto, pero a ciencia cierta lo dudo.
Pero el tema es que cada vez que vemos que las cosas van mal o que algo no va ni para atrás ni para adelante, o simplemente nos encontramos en un callejón sin salida, nos aferramos a la esperanza de que todo esto vaya a solucionarse. ¿pero que es lo que nos lleva a recurrir a ella?, tal vez sea la cobardía de no hacer frente a los problemas y recurrimos a esta como si por arte de magia pudiera solucionarnos la vida para no tener nosotros que afrontar lo que sucede; pero de tanto recurrir a ella y literalmente bajar los brazos, nos olvidamos de cómo resolver esas cosas por nosotros mismos y en los momentos en que la esperanza no aparece y no soluciona nada, se nos hace difícil encarar las situaciones, y decir “bueno esta vez mis buenas esperanzas me fallaron y no queda otra que aprender a afrontar los problemas, ponerle el pecho a lo que venga y decir “Esta vez tengo esperanzas de que me va a ir bien” pero no dejar todo esto a su suerte, sino, hacer lo posible para que esas esperanzas se cumplan, haciendo nosotros mismos que sucedan poniendo lo mejor de cada uno, porque si vamos a vivir esperanzados de que todo lo que sucede se va a solucionar, vamos a engañarnos porque hay algunas cosas que nacen sin esperanzas y mueren sin ellas, pero hay algunas que nacen sin ellas y se convierten casi en milagro cuando se solucionan; pero muchas veces las perdemos al encontrarnos una y otra vez con la misma situación que siempre termina mal… pero como dicen LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE SON LAS ESPERANZAS.
Pero el tema es que cada vez que vemos que las cosas van mal o que algo no va ni para atrás ni para adelante, o simplemente nos encontramos en un callejón sin salida, nos aferramos a la esperanza de que todo esto vaya a solucionarse. ¿pero que es lo que nos lleva a recurrir a ella?, tal vez sea la cobardía de no hacer frente a los problemas y recurrimos a esta como si por arte de magia pudiera solucionarnos la vida para no tener nosotros que afrontar lo que sucede; pero de tanto recurrir a ella y literalmente bajar los brazos, nos olvidamos de cómo resolver esas cosas por nosotros mismos y en los momentos en que la esperanza no aparece y no soluciona nada, se nos hace difícil encarar las situaciones, y decir “bueno esta vez mis buenas esperanzas me fallaron y no queda otra que aprender a afrontar los problemas, ponerle el pecho a lo que venga y decir “Esta vez tengo esperanzas de que me va a ir bien” pero no dejar todo esto a su suerte, sino, hacer lo posible para que esas esperanzas se cumplan, haciendo nosotros mismos que sucedan poniendo lo mejor de cada uno, porque si vamos a vivir esperanzados de que todo lo que sucede se va a solucionar, vamos a engañarnos porque hay algunas cosas que nacen sin esperanzas y mueren sin ellas, pero hay algunas que nacen sin ellas y se convierten casi en milagro cuando se solucionan; pero muchas veces las perdemos al encontrarnos una y otra vez con la misma situación que siempre termina mal… pero como dicen LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE SON LAS ESPERANZAS.
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